Nadja, la zurda de oro brasileña
Copa Mundial Femenina de la FIFA
Ha cumplido recientemente 26 años y ya es toda una veterana defensora de la camiseta brasileña. En la Copa Mundial Femenina de la FIFA China 2007, Nadja Haddad de Souza Silva promete ser una pesadilla para las defensas que osen desafiarla en su escenario favorito: el área.
La delantera canarinha debutó con el equipo nacional sub-19 con tan solo 15 años y su progresión ha sido galopante. Participó en la Copa Mundial del Fútbol Femenino Canadá 2002 y dos años más tarde repitió en Tailandia, consiguiendo en ambas citas un honroso cuarto puesto para Brasil. Entre ambos torneos, viajó a la Copa Mundial del Fútbol Femenino de la FIFA EEUU 2003 donde no fue titular pero tuvo minutos en los cuatro partidos que jugó su equipo.
El mayor logro de su carrera internacional llegó en 2004 cuando pudo colgarse al cuello la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas. Aunque el momento estuvo bañado por las lágrimas de la derrota en la final ante Estados Unidos, el tiempo ha mitigado esa decepción y ahora observa esa hazaña como el momento más dulce de su carrera.
Una carrera en la que Nadja ha tenido el privilegio de contar con una socia de excepción. Su mejor cómplice en el terreno de juego cuando visten la verdeamarelha es la brillante Marta, su ídolo, su amiga y su complemento perfecto en el engranaje de la selección brasileña. Ambas se entienden a la perfección sobre el césped. "Cuando tienes la pelota sabes a donde enviarla, porque ya intuyes donde se está moviendo la otra", asegura la delantera
A la conquista de Europa
Pero ser futbolista en Brasil no es fácil... cuando eres una chica. Y aunque Nadja contó con un entorno familiar favorable, su desbordante talento no encontró en su país una competición en la que pudiera pulir sus cualidades. El São Bernardo y el Juventus, los clubes paulistas en los que jugó se le quedaron pequeños. Así que no dudó en seguir los pasos de su amiga y poner rumbo a Europa. En febrero de 2005, aterrizó en el Turbine Potsdam de Alemania con el que se proclamó campeona de la Bundesliga femenina.
Esta fluminense de Nova Iguaçu reconoce que no fue fácil adaptarse al nuevo país. El cambio alimenticio fue complicado pero la falta del delicioso " feijão com arroz" se cubrió prácticando con esmero las artes culinarias o en los restaurantes brasileño de la zona. Sin duda lo más difícil de superar fue la distancia con los seres queridos y el intenso frío en invierno.
La delantera reconoció que utilizaba toda la ropa térmica que podía durante los entrenamientos y desveló uno de sus trucos para que no se le congelasen los pies en el campo: guardar las botas en la sauna... pero el ardid sólo aguantaba unos minutos...
En julio de 2006, cambió de camiseta, que no de competición ni país, para defender los colores del VfS Wolfsburg, con el que la aclimatación fue mucho más sencilla. Esta temporada (a falta de un partido) Nadja ha anotado 7 goles. Quizá no esté en los niveles de efectividad a los que nos tiene acostumbrados con la selección auriverde, pero en su defensa hay que decir que el estilo de juego es bien diferente. Los equipos alemanes son ofensivos y rápidos, optan por el juego directo y al primer toque. En las botas de esta brasileña siempre hay inclinación al regate. "A veces se me hace difícil pero me tengo que acomodar al ritmo de ellas, aunque sin querer siempre le doy un toque de sabor brasileño al juego", confiesa.
Comentarios